No, carajo no es la cofa de un barco, puedes estar tranquilo

...Y quién lo dice

Uno se queda atónito al leer por ahí, en diversos blogs y páginas de la red, la misma retahíla sobre el carajo. La historieta en cuestión, es que la palabreja significa una especie de canastilla que había en lo más alto del palo mayor en las antiguas naves marinas. Según allí eran enviados, en señal de castigo, los marineros que cometían alguna falta...

Varios detalles ya nos deberían poner sobre alerta de que esta definición, si no visos de falsa, los tiene al menos de sospechosa.
  • En primer lugar, que las naves antiguas no sólo tenían una de estas canastillas encajada en el palo mayor. En general, solían tener más, presentadas en lo alto de diferentes palos. Luego, los conocimientos sobre el tema por parte de la persona que supuestamente vierte la definición parecen, de entrada, limitados, al no considerar este punto. En principio, tal sospecha ya le resta autoridad.
  • En segundo lugar, la extraordinaria proliferación de las expresiones que abundan en la palabra carajo oídas tierra adentro, en relación con el conocimiento del resto del vocabulario marinero. No es frecuente que se trate de «cabo» a cualquier cuerda fuera del ambiente, ni escuchar «la mar» en lugar de «el mar», ni decir «me voy a popa» para indicar que te vas a la parte trasera de la casa. Tampoco se le ocurre a nadie decir «me subo al carajo» por el mero hecho de irse a la habitación más alta y apartada de una casa.
  • En tercer lugar, que cualquiera que haya frecuentado en su infancia las lecturas y cine habituales en esa etapa de la vida, no se habrá perdido las de piratas y marinerías, y habitualmente recuerda que es universalmente conocido en el mar, que la «canastilla» o «cesto» al que dichos blogs se refieren, se llama en español «gavia» o «cofa». Sorprende que el presumiblemente «culto» definidor de «carajo» no lo haga, con una frase mucho más simple, diciendo «es sinónimo de cofa».
  • Y en cuarto lugar, que cualquier adulto cabreado sabe que «vete al carajo» tiene como sinónimos expresiones como «vete a hacer puñetas», «vete a la mierda», y otras consideradas obscenas y tabúes. De modo que empezamos a sospechar que la palabra carajo no tiene por qué diferenciarse de las demás utilizadas en este tipo de connotaciones.
  • Por añadidura, y esto es lo más sospechoso, encontramos blogueros y páginas que nos alertan contra la supuesta «definición marinera» de la susodicha palabra.
  • Y otros blogs, muy serios, que definen el mismo vocablo, ignorando por completo dicha supuesta connotación o desestimándola.

Tomando medidas

A partir de este punto, y en vez de repetir lo que dicen "bloggers" con más imaginación que documentación y lo suficientemente chuscos como para divertirse haciendo creer a la gente incauta que alguna palabra cuya connotación ha sido tradicionalmente obscena todo a lo largo de su historia, es iniciar una investigación por nuestra cuenta que nos lleve a descubrir la verdad.

La investigación

Ya que la etimología de la palabra es oscura, lo primero que podemos hacer es buscar qué significa esta palabra en las lenguas afines al castellano. Si carajo significa originalmente algo, lo lógico es que al menos en alguno de los idiomas en que existe, se conserve esa acepción original. Sin embargo, observamos que tanto en gallego (carallo), como en portugués (caralho) y catalán (carall) no se encuentra que, amén de formar parte de diversas interjecciones, el término haya significado otra cosa concreta que no sea «miembro viril». Desde luego que nunca el significado marinero que se le atribuye. Curioso: exactamente lo mismo que en castellano, según el diccionario de la RAE.

El vocabulario de términos marineros más antiguo que existe en castellano, el Vocabulario maritimo, y explicacion de los vocablos, que usa la gente de Mar, en su exercicio del arte de marear de Herederos de Tomás López de Haro, 1722, llama a la cofa «gavia o canasto». Compárese con la acepción 3 del diccionario de la RAE, edición 2019. En el vocabulario de 1722, no aparece nada que se llame carajo.

En cuanto a esta última palabra según está registrada en el diccionario RAE, aparece por primera vez en la edición de 1983, sin que refleje en absoluto la acepción de "cofa", "gavia" u otra similar.

El CORDE (Corpus Diacrónico del Español) es un corpus textual de todas las épocas y lugares en que se habló español, desde los inicios del idioma hasta el año 1974, en que limita con el Corpus de Referencia del Español Actual (CREA). El CORDE está diseñado para extraer información con la cual estudiar las palabras y sus significados, así como la gramática y su uso a través del tiempo.

Cuenta en la actualidad con 250 millones de registros correspondientes a textos escritos de muy diferente género. Se distribuyen estos en prosa y verso y, dentro de cada modalidad, en textos narrativos, líricos, dramáticos, científico-técnicos, históricos, jurídicos, religiosos, periodísticos, etc. Se pretende recoger todas las variedades geográficas, históricas y genéricas para que el conjunto sea suficientemente representativo.

Hemos buscado el término carajo en el CORDE. De las casi quinientas veces que aparece en los textos a lo largo de los tiempos, desde finales del siglo XIV (época medieval), en ninguna de ellas se halla denotando la cofa. Pero sí en todas, el significado es el mismo: miembro viril, con todas las connotaciones de tabú y obscenidad que conlleva. La referencia más antigua en este corpus es de en torno al año 1400, en un poema obsceno de Alfonso de Villasandino (c. 1379 - 1425).

Después, hemos realizado la búsqueda de la misma palabra en el NTLLE (Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española), que abarca un conjunto de unos setenta diccionarios de español de los mejores publicados desde 1505 hasta 1992. La voz carajo aparece en catorce de esos diccionarios, y en todos significa lo mismo: el miembro viril. En ninguno se alude a la cofa.


Con respecto a esto, está claro que la expresión al carajo o del carajo, con su equivalente femenina coño, es lenguaje obsceno que pretende denotar humor o enfado.

Por otro lado, el poeta uruguayo Fernando Acuña de Figueroa (1791 - 1862) mete en su poema Apología y Nomenclatura del Carajo hasta setenta y tres significados de la palabra, no siendo ninguno de ellos el que da lugar a esta discusión.

Por fin, cabe razonar que si la palabra, además de ese significado tradicionalmente considerado «sucio», tuviera uno pronunciable o legible «para todos los públicos» como lo es el sinónimo de cofa, lógicamente tendría que aparecer en el CORDE muchísimas más veces con éste que con la acepción tabú. Sin embargo, frente a las casi quinientas veces que se pueden contabilizar con la acepción considerada malsonantesu supuesto significado «marinero» no aparece representado ni una sola vez.

Definitivamente, no existe, pues, absolutamente ninguna razón en la cual apoyarse para afirmar que carajo hubiera significado alguna vez lo mismo que cofa, hasta que alguien se lo inventa y lo incluye en un vocabulario a partir de las fechas que daremos más abajo.

La verga

Verga es una palabra clave para explicar el que a alguien se le haya podido ocurrir relacionar el carajo con el léxico marinero. Según el citado vocabulario de Herederos de Tomás López de Haro, entenas, y, entre los marineros más comúnmente vergas, son unos palos que hacen cruces con los árboles, donde se envergan, o amarran, las velas. Es muy evidente lo gráfico de la figura que muestran las vergas, saliendo en horizontal desde los palos verticales del barco, que las hace comparables a un miembro viril en erección surgiendo del cuerpo. De hecho, hemos realizado una búsqueda de la palabra en el CORDE, y comprobamos que aparece 1412 veces en 205 documentos desde el año 1293. Como aquí son demasiadas para ir comprobando las acepciones una por una en todos los ejemplos, consultamos NTLLE por segunda vez, y la hallamos citada en 55 diccionarios, siendo el primero el hispano - latino de Nebrija (1495). Habrá que esperar, no obstante, al hispano - latino de Minsheu (1617), tiempo cubierto en NTLLE nada menos que por nueve diccionarios, para que aparezca por primera vez la acepción Verga: membrum virile.

Así pues, parece bastante claro que se haya asociado la imagen del pene a la verga posteriormente a haber sido ésta lo que es, y que todavía más posteriormente, dado el significado de carajo, hubiera pasado a ser la verga como metáfora el carajo de la vela (o el pene de la vela: hay que recordar que, en el barco, la vela va amarrada a la verga). Esta evidencia desmonta la asociación de la arboladura del barco (o palos) con el vocablo carajo, pero explica en parte la confusión que pudo llevar a alguien a atribuirle significado marítimo.

El bulo

Entonces, ¿cuál es la entrada más antigua que encontramos en toda la historia del español, con el significado de carajo como cofa?

Hasta donde hemos podido llegar, el bulo (con las historias incluidas) procede del blog "enseñanzas náuticas", dedicado a un potaje de chascarrillos, opiniones propias y vocabulario marinero (o supuestamente marinero, como éste), redactado por un tal Jon Kepa que dice ser capitán de la marina mercante retirado. No parece ir más lejos.

La palabra «carajo» no está documentada como sinónimo de «cofa» en ningún libro ni documento escrito antiguo, hasta un supuesto diccionario publicado en Argentina en 1991, que responde, como bien él mismo dice en el prólogo, al sociolecto perteneciente a la modalidad lingüística que se habla exclusivamente en la zona de Río de la Plata. Caben varias posibilidades con respecto a esta inclusión, desde que obedezca a un error de imprenta, o hasta que (dadas las connotaciones de la palabra) obedezca a una consigna particular que sólo los autores y sus allegados entiendan. Por fin, suponiendo que no haya sido cosecha propia de los autores, es de suponer que, si alguien ha asociado una cosa con la otra, obedece a un localismo el hecho de denominar carajo a la cofa por ser un lugar indeseable, y no viceversa, dadas las malas connotaciones previas del vocablo.

Hasta aquí, pues, he aportado material suficiente para poder afirmar con autoridad que en ninguna obra de la literatura española, ni en ningún documento fiable y reseñable de la historia del español, aparece esa palabra como equivalente cofa, por lo cual está claro que fue inventado por las personas que escriben el supuesto "diccionario" o por su entorno. Como consecuencia, resulta una fantasía atribuirle historias como la que refleja el presente artículo de La Voz de Galicia.

¿Qué ha ocurrido, pues, con el término, para que haya surgido tanta fuente ahora afirmando que la palabra carajo significa lo que nunca significó? Pues simplemente, que la Red de Redes, que todo lo amplifica, ha extendido el bulo a partir del antedicho vocabulario argentino, tras haber sido éste publicado en la web. De esta fuente única ha crecido todo lo demás, que es posterior a ella; no existe otra.

Así pues, dictaminamos la conclusión: positivamente, y sin lugar a confusión, la afirmación de que carajo es una especie de canastilla que había en lo más alto del palo mayor en las antiguas naves marinas. Según allí eran enviados, en señal de castigo, los marineros que cometían alguna falta, se trata de un bulo.

Comentarios

  1. Estoy perfectamente enterada desde hace decenas de comentarios porque leí tus detallados informes. Pero la gente no lee. Habla y habla... gracias mil.

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